'Luz de Todos' es un proyecto de cooperativismo y solidaridad internacional para construir una mini-hidroeléctrica en el pueblo guatemalteco de San Pablo de Tacaná. Es el primer proyecto mesoamericano de transición energética hacia uso de energías renovables y de propiedad comunitaria que hemos financiado en Coop57. Se ha hecho posible gracias a la confianza de 164 personas y algunas entidades, que han participado con avales mancomunados y contribuyendo a un fondo de garantía que ha recogido 268.800 euros. 

Desde esta primavera, Coop57 tiene una conexión especial con el océano Pacífico. A través del proyecto de apoyo mutuo y autogestión comunitaria "Luz de Todos", la cooperativa tiene un vínculo con el pueblo de San Pablo de Tacaná y su proyecto de recuperación de la red eléctrica de manos de la gestión privada. Coop57 Catalunya ha contribuido a financiar la instalación de una mini central hidroléctrica en el río Coatán, que nace en tierras guatemaltecas y desemboca en territorio mexicano. l préstamo, de 250.000 euros se ha hecho a la Fundació L'Olivera para que se aplique al proyecto de la Hidroeléctrica San Pablo, gestionada por la comunidad.

Esta iniciativa la han impulsado las habitantes de San Pablo de Tacaná en alianza con el Centro Autogestionario Solidaridad Área Latina (CASAL), L'Olivera, Aiguasol, Tàndem Social y FETS. Juntas quieren garantizar el suministro eléctrico a toda la población, víctima de los abusos de los poderes económicos y transnacionales que se han apropiado de la producción de energía en su territorio. Permitirá recuperar de manos privadas la gestión del servicio de electricidad y asegurar el acceso a luz sin cortes para esta comunidad. Gracias a los avales recogidos, el proyecto ya está en marcha y las obras avanzan a buen ritmo. Os animamos a seguir el "Diario del proyecto" en su página web.  

 

Recuperar la gestión comunal de los bienes comunes

El proyecto busca la generación de energía limpia que permitirá a esta comunidad y comunidades vecinas ser autosuficientes energéticamente. Tiene un coste total de 393.650 euros. Para poder financiarlo, la Municipalidad de Tacaná aportará 50.000 euros y la comunidad de San Pablo aportará 93.650 euros en mano de obra y construcciones. Por su parte, el préstamo de Coop57 se devolverá en diez años, con dos años de carencia y ocho años de retorno de capital.

El pueblo guatemalteco de San Pablo de Tacaná, a casi 3.000 metros de altura junto al volcán Tacaná, acoge una comunidad de 170 familias de la comunidad maya mam repartidas en unas lomas empinadas cubiertas de terrazas y bosque. Es una de las comunidades indígenas de Guatemala, el país de América Latina con mayor porcentaje de población originaria -el 65% de sus 15,5 millones de habitantes. Lamentablemente, también es el país con más alta tasa de violencia y asesinatos contra pueblos indígenas.

Actualmente San Pablo de Tacaná no cuenta con servicio de energía eléctrica. Tras los cobros injustificados por parte de la empresa distribuidora y cuotas prácticamente impagables para gran parte de la población y tras de años de conflictos, la distribuidora decidió cortar el suministro. La mini central hidroeléctrica será propiedad de la comunidad de San Pablo mediante acciones y será administrada por medio de la Sociedad Anónima que han conformado para poder generar, transportar y comercializar energía eléctrica. Dicha sociedad está registrada ante el ente tributario guatemalteco, tal como lo establecen las leyes del país. 

En el año 1998 Unión Fenosa ganó el concurso para la privatización del servicio eléctrico de Guatemala. Fue una época de grandes conflictos. En 2004 la Corte de Constitucionalidad del país advirtió que estaba haciendo cobros indebidos y dictó que debía devolver cerca de 200 millones de euros a las usuarias. La población, ante los abusos de esta transnacional, se organizaron para dejar de pagar los recibos de la luz por los cobros indebidos y los cortes constantes del suministro. En estos conflictos, hubo más de 11 muertes de líderes campesinos. Fenosa abandona Guatemala en el 2012, pero los conflictos siguen con ENERGUATE, que continuó la distribución con la misma estructura. En mayo de 2018, cortan el suministro de luz a la comunidad de San Pablo, que ha instalado un generador diésel provisional para proporcionar unas horas de luz al día.