Las asambleas de Coop57 en tiempos de pandemia han tenido que reformularse y reinvertarse.

“¿Y qué haremos con las asambleas?”. La pregunta, formulada en voz alta al inicio del confnamiento, hacia fnales de marzo, heló a todo el mundo. Hacía pocos días que la pandemia había trastocado nuestras vidas y, despacio, íbamos construyendo una desafortunada lista de aspectos que necesitaban ser repensados, reformulados o reinventados.

En un tiempo récord, tuvimos que adaptar los diferentes procesos sociales, políticos, económicos, técnicos y de participación. Las asambleas presentaban un gran reto. El acto social por excelencia de nuestra entidad, en el que nos encontramos, saludamos, abrazamos y compartimos proyecto, sonrisas y complicidad. Pero todo esto no lo podíamos hacer. Necesitábamos una alternativa que permitiera celebrar las asambleas virtualmente, garantizando el máximo posible la participación de la base social de Coop57. 

Buscar la herramienta idónea

Necesitábamos una herramienta que respondiera a toda nuestra complejidad y dimensión. Coop57 está formada actualmente por casi 1.000 entidades socias de servicios, más de 4.500 personas y una decena de socias de trabajo. Las tres tipologías de socias están repartidas en siete secciones territoriales, en las que se habla cuatro idiomas diferentes. Cada sección territorial celebra su propia asamblea, antes de encontrarse en la asamblea general. Había que establecer mecanismos de debate y participación y asegurar unas votaciones seguras y transparentes. 

El reto no era sencillo y por ello, la herramienta telemática que buscábamos tenía que ser flexible y adaptable a las particularidades únicas de Coop57. Hacía falta un proceso rápido, puesto que disponíamos sólo de dos meses para tenerlo todo a punto. Además, debía ser coherente con nuestros ideales y maneras de trabajar, por lo que buscábamos proveedores y herramientas de la economía social y solidaria.

¡Nos Decidimos!

Después de analizar las diferentes opciones y alternativas nos decantamos por la plataforma Decidim. Esta plataforma de participación ciudadana, de software libre y código abierto, proporciona herramientas digitales por procesos participativos y de democracia directa. Inicialmente impulsada por diferentes administraciones públicas de Catalunya, se ha desarrollado y gestionado de forma colectiva, participativa y democrática desde una comunidad amplia, en el conjunto de la sociedad.

A partir de aquí, contactamos con la cooperativa Colectic, socia de servicios de Coop57 y una de las entidades más activas en la comunidad de la plataforma Decidim, para hacer una adaptación personalizada a las necesidades y particularidades de Coop57

El nacimiento de ‘Participa Coop57’

La adaptación vino acompañada de una personalización del nombre: ‘Participa Coop57’. La participación de la base social de Coop57 en los órganos sociales y, obviamente, en las asambleas es un valor central y fundacional de nuestra cooperativa. El nombre refleja esta característica tan arraigada. Quisimos tener mirada larga y amplia, para construir una solución más allá de la pandemia y hacer de la necesidad, virtud. La situación nos obligaba a dar un salto en algunos aspectos tecnológicos. A pesar de que el objetivo prioritario siempre fue desarrollar una herramienta para las asambleas generales ordinarias correspondientes al cierre del ejercicio 2019, detectamos dos potencialidades de cara al futuro:

  • Espacio permanente de participación para la base social: la plataforma puede convertirse en un instrumento de participación estable y permanente para los debates que se crean oportunos en cada momento.
  • Asambleas de doble sede: cuando sea posible celebrar las asambleas presenciales, habilitar también la asistencia virtual puede facilitar la participación. A la vez, permitiría hacer más descentralizada la asamblea y la ampliaría sin restricciones de territorios

La celebración de la asamblea

Las asambleas en el marco de la plataforma se plantearon con dos fases diferenciadas:

  1. La fase previa: se abrió ‘Participa Coop57’ unos días antes de la asamblea, habilitando un espacio para la participación, el debate y la reflexión. El objetivo era tener el tiempo y la pausa para resolver dudas, puesto que la no presencialidad nos agudizaba el deseo de hacer comprensible y ameno el contenido de la asamblea. Por primera vez se generó vídeo-documentación que acompañaba y ampliaba la documentación ordinaria.
  2. La celebración de la asamblea: El día de cada asamblea de sección territorial, se habilitaron espacios para la emisión en directo y para que las participantes pudieran interactuar, haciendo preguntas sobre los
    temas expuestos. A la vez, había un tercer espacio para votar durante la asamblea.

Se celebraron un total de siete asambleas de sección en siete días laborales, con una participación parecida a las asambleas presenciales. La primera experiencia virtual de Coop57 fue muy positiva y se hicieron los procesos democráticos de la cooperativa garantizando todos los derechos de las socias de Coop57. A la vez, asistieron personas que normalmente no pueden venir a las asambleas y tuvimos conexiones de socias
desde diferentes continentes. 

Las asambleas virtuales nos dejan muchos aprendizajes y cosas a mejorar. Tuvimos los inevitables problemas técnicos y en algunas ocasiones la sensación extraña de estar hablando
a una pantalla sin nadie detrás. La interacción en algunas fue escasa, quizás porque nuestra cultura organizativa no está acostumbrada a este canal de comunicación. 

Volveremos a las asambleas presenciales y volveremos a encontrarnos, saludarnos, abrazarnos y a compartir proyecto, sonrisas y complicidad, pero en la mochila también llevaremos unos buenos y grandes aprendizajes para mejorar la participación de la base social en la construcción colectiva de Coop57.

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