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Este fin de semana hemos celebrado en Zaragoza la II Trobada de Coop57. Un espacio en el que poder encontrarnos y reconocernos las personas que formamos parte de esta cooperativa de servicios financieros. En el Encuentro participaron más de 300 personas.
Hacer una crónica sin haber tomado ni una sola anotación, es un error. Más que nada, porque habrá quien necesite saber nombres, datos, conclusiones y bonitas frases para el recuerdo que no tengo; lo siento. Lo que sí tengo es un elegante cansancio y algunas sensaciones para compartir.
Es una crónica sesgada por subjetiva, por incompleta y porque aparecerán algunos nombres pero no todos los que debieran para ser justa.
Este fin de semana hemos celebrado en Zaragoza la II Trobada de Coop57. Un espacio en el que poder encontrarnos y reconocernos las personas que formamos parte de esta cooperativa de servicios financieros. El Colegio Santo Domingo abrió las puertas para acoger a las cerca de 300 personas que participamos, a las que habría que sumar todas aquellas que se acercaron a los actos abiertos. La primera victoria: la del número de participantes.
El viernes por la tarde fueron Macarena, Jordi, Óscar, Margarita y Elba quienes animaron a las presentes con sus palabras, con la importancia del desarrollo local, de la cooperación, de los feminismos, de tener la certeza que creamos economía real, para las personas. Muchas frases de Eduardo Galeano y un recuerdo a la celebración del Día de la Lucha Campesina fueron el impulso para las horas siguientes. El humor dadaista de Sergio Salinas, “Txoriburu” nos hizo reír a gusto para finalizar la primera jornada.
El sábado comenzamos con una sala llena para echar la vista atrás. 20 años de Coop57 darían para muchas horas de historia. Raquel, que está haciendo su tesis sobre el tema, lo sabe bien y con su hilo conductor improvisamos Nacho y Pati de La enredadera una parodia de nosotras mismas haciendo radio. Desde el público fueron saliendo algunas de las personas que han hecho posible Coop57: Paco y Joan Lluis nos contaron los inicios, con la lucha de Bruguera, la “prehistoria” de 1986 a 1995; el paso de la caja de resistencia a las finanzas éticas y solidarias, los inicios mismos de la Coop, entre 1995 y 1991, corrieron a cargo de Rosa y Valentí; Jordi y Eduard nos hablaron sobre cómo entre 2001 y 2005 se abrió a la economía solidaria y a la ciudadanía comprometida; con Ramón, Javi, Luis, Eva y Mar, representantes de cada uno de los territorios que conforman actualmente Coop57 (Catalunya, Aragón, Andalucía, Madrid y Galiza) y con un guiño a los grupos promotores de Asturies, Euskal Herria, País Valencià y Balears, compartimos la consolidación del proyecto y el crecimiento en red; para rematar, fueron Alfons y José Luis los encargados de hablar del crecimiento en tiempos de crisis (2009- 2015). Aprovechamos para cantar el “Bufa, bufa” por estos 20 años y por los 10 años que cumplimos Coop57 Aragón el pasado 14 de abril.
Tras un merecido descanso, iniciamos los grupos de debate. Debatimos sobre todo qué queremos hacer, cómo organizarnos y poner en práctica nuestras propuestas y sueños para los próximos años.
Una propuesta para escuchar todas las voces: las de la experiencia y las de las recién llegadas; las de las mujeres y las de los hombres; las de socias colaboradoras y representantes de entidades socias; las de cada uno de los territorios; los consensos, pero también los disensos. Hasta 17 grupos simultáneos de unas 17 personas cada uno compartimos la mañana del sábado reflexionando sobre la promoción de la economía social y solidaria a nivel local. A nadie se le puede escapar el volumen de ideas y propuestas surgidas de esta inteligencia colectiva que sobre todo parten de una actitud proactiva y también crítica hacia nuevas propuestas que tienen que ver con el municipalismo, la vivienda, las desigualdades sociales, los feminismos o el mundo rural.
Después del primer debate, disfrutamos de una comida popular en el patio del colegio para recuperar energías y continuar con las actividades siguientes.
Por la tarde, los grupos de debate se dividieron en torno a dos ejes diferenciados, aunque siguiendo las mismas pautas de escuchar todas las voces. Por un lado se plantearon preguntas y propuestas sobre el crecimiento, organización en red y participación y por otro, sobre finanzas para el desarrollo de la economía social y solidaria a nivel local. La segunda victoria del encuentro parte de la energía de las participantes, de la motivación, de las ganas de charrar y compartir, de aprovechar el escaso tiempo disponible, de aprender de unas y otras, de hacernos preguntas y plantear propuestas. Muchas propuestas que esperamos pronto poder recopilar y compartir.
Tras otro pequeño descanso, le tocó el turno a las mesas de experiencias de las entidades socias de Coop57. Un espacio abierto al resto de la ciudadanía para conocer algunos de los aspectos interesantes y relevantes que están ocurriendo en Coop57, en sus entidades socias y en el conjunto de la economía social y solidaria. Seis mesas simultáneas y hasta donde me han contado prolíficas, aunque con poco espacio para el debate, en las que se habló de cómo integrar las prácticas feministas, de la generación de puestos de trabajo a través del cooperativismo, de nuevos modos de cooperativismo, de la intercooperación entre entidades y territorios, del mundo rural y las actividades agroecológicas y de la autogestión ciudadana y el municipalismo. La tercera victoria del encuentro es la de la apertura a conocer y compartir el trabajo de las entidades socias y las personas que las integran. Por supuesto, la creación de la Comisión feminista estatal y de la sección andaluza.
La jornada finalizó bailando gracias a Vegetal Jam y El Gancho Sonidero.
Terminó la Trobada el domingo con otras dos actividades simultáneas: una sobre consumo responsable como herramienta de transformación social cotidiana para todas las personas y las “sillas cooperativas”, espacio en el que entidades que trabajan en ámbitos similares y/o complementarios pero en diferentes territorios se pudiesen conocer y compartir experiencias. El Encuentro se cerró en forma de plenario en el que Mamen y Elena, como parte fundamental del equipo facilitador de los debates, nos dieron las primeras pinceladas sobre algunas de las ideas y propuestas surgidas en los mismos.
Andrés nos hizo un resumen del fin de semana compartido en forma de agradecimientos, muchos.
Pusimos caras a los nombres y voces del equipo técnico de Coop57: Eli, Dani, Xavi, Raimon, Macarena, Ramón, Guillem, Adrián, Luis y Marion.
Valoramos la importancia de la presencia de mujeres activas en Coop57 con una representante de cada territorio: Lucía (Andalucía), Pati (Aragón), Elena (Asturies), Mariona (Catalunya), Jone (Euskal Herria) y Marga (Madrid).
José Luis nos animó a ser coherentes como cooperativa, pero sobre todo como personas y recordó lo que ya dijese Joan Lluis en el acto sobre la historia de Coop57: tener muy presentes que existimos no sólo porque trabajamos la autogestión o la autonomía, sino porque pensamos en términos de amistad y sobre todo de amor. Unas “A” que no podemos olvidar.
Como cierre final, los compas de Claraboia compartieron algunas de las imágenes de la Trobada para hacernos pasar otra vez las cosas por el corazón. La cuarta victoria es la del aplauso colectivo. El saber reconocer y valorar nuestro trabajo comunitario.
Han sido días intensos, resultado de muchos otros días de llamadas, negociaciones, reuniones, correos electrónicos, asambleas… mucho trabajo que ha sido compartido con muchas personas. Muchas han sido las voluntarias que han dado lo mejor de sí mismas y habría mucho que reconocer a quienes sacan adelante los proyectos de las entidades socias de Coop57. He visto muchas sonrisas, discusiones prolíficas, abrazos, guiños… También hemos vivido algún momento crítico o desagradable. Al fin y al cabo somos personas sensibles y a veces existe una línea muy fina entre nuestra vida más personal y lo colectivo.
He hablado de victorias, no por edulcorar el Encuentro. Soy crítica y reconozco las cosas a mejorar. Otras las he comentado o leído en la primera evaluación en forma de gomets sobre un papel de estraza. Sé que existen diferentes sensibilidades con respecto a temas que hemos trabajado en estos días o que nos atraviesan en nuestras vidas. Y que queda mucho por mejorar. Ésa es la quinta victoria. Saber que somos muchas y diversas y que eso nos lleva al lema del Encuentro, la frase de Concepción Arenal: “Las fuerzas que se asocian no se suman, se multiplican”. De eso se trata, de enredarnos y multiplicar nuestras fuerzas. Por eso charraba de victorias. Y de celebrarlas. Eso lo aprendí ya hace muchos años de nuestro compañero Edu Langarita y su “Otra victoria más”. Creo que podemos celebrarlo.
Patricia Escartín. Consejo de Sección Coop57 Aragón.